Este es un artículo a agua pasada. Quizás si hubiera merecido la pena lo hubiera dicho antes y con trompetas, pero la verdad es que fue un poco caca y sobre todo un tongazo y un robo, más que un robo fueron 3 robos juntos .
Sabíamos que había un festival de comida, pero no miramos mucho la información de la web, básicamente escuchamos la palabra "comida" y ya no nos tienen que decir más, pallá que vamos!!!.
El tema es que al llegar a la entrada vemos que había que pagar 15€ por entrar..., a mí eso me mosqueó, así que le pregunté a una señorita que qué te daban dentro, y ella muy amablemente me dijo que nada de nada, que lo que quisieras había que pagarlo, yo le insistí a la señorita que entonces no entendía el concepto, que qué había dentro para tener que pagar 15 eurazos si luego teníamos que comprarnos nuestra comida y ella me respondió "es el concepto de lo que es un festival".
Pues nada, me quedé como estaba..., así que entramos, no hubo mejor manera de comprobar qué demonios es ese concepto de festival de comida que pagas la entrada a un recinto en el que dentro también pagas la comida.
Entramos porque mi chico me convenció, porque lo que es la señorita de la puerta nada de nada... .
Mientras pagábamos la entrada yo bromeaba con mi chaval "y solo faltará que encima haya que pagar los baños 50 cts como tanto le gusta a los holandeses pagar por mear allá donde vayas" (esto se merecería un post aparte).
Así que pagamos nuestros 15 lereles por cabeza y para dentro que nos fuimos, un recinto lleno de estanes, food trucks, tenderetes y restaurantes que básicamente se dedicaban a publicitar lo suyo (y vendértelo), vamos, que pagamos por un recinto lleno de publicidad. Este fue el primer robo.
Para pagar la comida de dentro no podía ser con euros, tenías que comprar "Florines", otro tangazo, la cosa es que el cambio Euro a Florín estaba desincronizada: 10 Florines = 12.5 Euros, y a tener en cuenta que los precios de la comida habían hecho el cambio de 1 Florín = 1 Euro. Este fue el segundo robo.
Quizás me quejo me quejo, pero es cierto que en muchos de los tenderetes te ponían picas picas para que lo probaras (y si te gustaba lo comprabas, pero como que no....), así que aprovechamos bien de eso como buenos españoles... .
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| Gorrito de regalo, algo gratis! |
En otro de los sitios te costaba una copa de vino 3 Florines, y por 1 Florín en el mismo sitio podías participar en una cata de sus vinos en la que te daban 4 copas (un poquitín más vacías, pero merecía la pena). Aunque nos dijeron que la expicación era en holandés y no la íbamos a entender nosotros insistimos en formar parte (vino by the face!! cómo no!!).
Lo más gracioso fue que para tener más vino decidimos apuntarnos a la cata una segunda vez por la tarde, y nos tocó la misma guía, la chica sorprendida nos dice "pero para qué estáis aquí otra vez? si voy a contar lo mismo de antes!", y nosotros le respondimos "ya, es que no nos enteramos muy bien...", creo que la chica no entendió que lo que queríamos era vino barato.... .
El gran colofón llegó en el momento en el que tuve ganas de hacer pis..., ahí llegó ¡el gran robo número 3!, ¡la gran estaba holandesa!. Había que pagar 50 céntimos para mear!! no me lo podía creer!!!, es que de ese día y de ese gran timo de festival no me dolieron los 15 condenados Euros de la entrada, lo que más me dolió fue pagar además 50 cts para mear!!!. ¡¡Míseros Tacaños y Ladrones!! (de hecho fue 1€, que tuve que ir dos veces..., maldita cerveza...)
Y como el artículo va de sacar cosas negativas del evento, muestro uno de los platos que comimos en un stan del restaurante Fifteen en Amsterdam, no sé si propietario o patrocinado por Jaimie Oliver (quien no sepa quién es que lo busque). Como no entendíamos la carta (en holandés) pedimos algo que sonaba bien porque tenía pesto de pistachos (lo único que entendimos), y como yo soy de buen comer y me gusta casi todo confiaba en la cocina de este sitio.
Pues por 7 maravillosos Florines nos llegó un trozo de panceta a la plancha 100% grasa con una ensalada de patata, manzana y mayonesa y un poco de un pesto que no sabía a nada lleno de cáscaras de pistachos (La foto pinta mejor de lo que era).
Ya sé a qué restaurante no iré nunca...
La verdad que al final nos lo pasamos muy bien y comimos alguna que otra cosa rica, pero creo que tuvo bastante que ver las 2 catas de vino, 1 cata de whisky, una sangría, cervezas, vinos y un gintonic.
Así que como conclusión final, si estáis dispuestos a gastaros en un día el presupuesto de semana y media y no os importa estar restringidos a ese recinto durante todo el día, podéis ir, pero yo no vuelvo el año que viene.


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